El lago Titicaca es un escenario excepcionalmente irrepetible; además entre sus islas más relevantes como Taquile, Amantaní y las islas flotantes de Uros, muestran la intervención inteligente de la mano del hombre. Optimizando el uso del suelo a través de los andenes, construyendo caminos, aprovechando sus habilidades artesanales y tratando de mantener una arquitectura que armoniza la relación hombre-naturaleza.
Las aguas del lago Titicaca ofrecen una gran riqueza ictológica y que junto a la belleza paisajista y a los impresionantes nevados de la cordillera Real las convierten en un destino que derrocha encanto y misterio.
Amantaní